¿Cómo influyen los cambios normativos inmobiliarios en la Agenda 2030?

¿Cómo influyen los cambios normativos inmobiliarios en la Agenda 2030?

Con el objetivo de alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible a nivel global, la Agenda 2030 establece una serie de propósitos para abordar los desafíos económicos, sociales y ambientales a los que nos enfrentamos. Concretamente en el sector inmobiliario, estos cambios normativos desempeñan un papel fundamental en la consecución de estos objetivos, alineando la industria con los criterios ESG y de descarbonización establecidos por la normativa europea.

En Renta Corporación somos plenamente conscientes de la importancia de estas políticas. Nos caracteriza el afán por desarrollar una conducta que nos permita mejorar la calidad de vida de nuestros trabajadores, sus familias, la comunidad local y la sociedad en general. Por eso adoptamos medidas que fomentan las buenas prácticas en nuestro día a día.

A continuación exploraremos cuáles son los principales cambios normativos del sector inmobiliario y cómo estas regulaciones han afectado al sector en las ciudades de Barcelona y Madrid. ¡Sigue leyendo para descubrirlo!

¿Cuáles son los objetivos de la Agenda 2030?

La Agenda 2030 es una hoja de ruta desarrollada por la Organización de las Naciones Unidas que tiene como objetivo principal fomentar el desarrollo sostenible en todo el mundo. Para lograrlo han establecido 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que abarcan áreas como la erradicación de la pobreza, la igualdad de género, el acceso a la vivienda digna y la protección del medio ambiente.

Estos ODS conforman una guía para facilitar la toma de decisiones responsables en diferentes sectores, incluido el inmobiliario. Concretamente en este, los más relevantes son los siguientes:

  • ODS 6 – Agua limpia y saneamiento: El sector inmobiliario tiene la responsabilidad de garantizar el acceso a agua limpia y saneamiento adecuado en los edificios. Esto incluye la implementación de sistemas eficientes de gestión del agua, el uso responsable de los recursos hídricos y la promoción de prácticas de saneamiento adecuadas.
  • ODS 7 – Energía asequible y no contaminante: En este sentido, el sector es responsable de contribuir en la transición hacia fuentes de energía limpias y eficientes. Esto implica promover la eficiencia energética en los edificios, fomentar el uso de energías renovables y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al consumo energético.
  • ODS 9 – Industria, innovación e infraestructura: Este objetivo se relaciona con la promoción de la infraestructura sostenible, la innovación tecnológica y el fomento de la industrialización sostenible. En nuestro sector, esto implica adoptar prácticas de construcción sostenible, utilizar materiales y tecnologías innovadoras, y promover la eficiencia en el uso de recursos.
  • ODS 11 – Ciudades y comunidades sostenibles: Este objetivo busca lograr que las ciudades sean inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. El sector inmobiliario desempeña un papel fundamental en la planificación y construcción de infraestructuras y edificios sostenibles, en la promoción de la vivienda asequible y en la mejora del acceso a servicios básicos en áreas urbanas.
  • ODS 13 – Acción por el clima: Dado que el sector inmobiliario es responsable de alrededor del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero que se liberan anualmente, es fundamental que se tomen medidas para reducir la huella de carbono de los edificios. Esto incluye la implementación de prácticas de construcción sostenibles, la adaptación al cambio climático y la promoción de la resiliencia ante fenómenos extremos.

Criterios ESG

Además de estos ODS, en el sector inmobiliario la integración de criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) se ha convertido en una prioridad. Estos criterios establecen estándares para promover las buenas prácticas en la construcción y gestión de los activos inmobiliarios.

Normativa Europea para la descarbonización del sector

En línea con los compromisos internacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la Unión Europea ha establecido una serie de regulaciones para impulsar la descarbonización del sector inmobiliario. Estos cambios normativos están diseñados para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, reducir la dependencia de los combustibles fósiles y mitigar el impacto ambiental de los edificios.

Impacto de los cambios normativos inmobiliarios en las ciudades de Barcelona y Madrid

Las ciudades de Barcelona y Madrid son ejemplos destacados de cómo están influyendo los cambios normativos inmobiliarios. Ambas ciudades han implementado políticas y regulaciones que fomentan la eficiencia energética, la promoción de energías renovables y la rehabilitación de edificios existentes. Además, se han establecido requisitos de certificación energética para garantizar que los nuevos desarrollos inmobiliarios cumplan con estándares sostenibles.

En Barcelona, por ejemplo, se ha implementado el programa «Superilla», que restringe el tráfico de vehículos en determinadas áreas de la ciudad para promover la movilidad sostenible. Además, se están llevando a cabo proyectos de regeneración urbana que buscan revitalizar espacios públicos, fomentar la biodiversidad y mejorar la calidad del aire.

Un claro ejemplo en la ciudad de Madrid es la puesta en marcha del Plan de Calidad del Aire y Cambio Climático, que establece medidas para reducir las emisiones de gases contaminantes y mejorar la eficiencia energética de los edificios. También se promueve el uso de energías renovables, como la instalación de paneles solares en edificios públicos y privados.

Estas regulaciones y políticas tienen un impacto significativo en el mercado inmobiliario. Los promotores inmobiliarios deben adaptarse a los requisitos de eficiencia energética y sostenibilidad establecidos por la normativa, lo que implica la incorporación de tecnologías y materiales más ecológicos en sus proyectos.

Además, los compradores y arrendatarios también muestran una creciente preferencia por viviendas que cumplan con los estándares sostenibles, lo que impulsa la demanda de propiedades que se ajusten a estos criterios.