Barcelona: la ciudad que se reinventa en materia de urbanismo

Barcelona: la ciudad que se reinventa en materia de urbanismo

Barcelona es una ciudad conocida por su belleza arquitectónica y su ambiente acogedor. Sin embargo, en los últimos años, la capital catalana ha dado un paso más allá al reinventarse en materia de urbanismo. Desde hace más de 30 años en Renta Corporación participamos en su transformación para conseguir adaptar los edificios a las necesidades de las nuevas generaciones aportando valor añadido y sin perder su espíritu y esencia.

En este artículo de Renta Insights, exploraremos algunas de las iniciativas innovadoras que la ciudad ha implementado para transformar su paisaje urbano y convertirse en un referente a nivel mundial en el ámbito del desarrollo sostenible.

Peatonalización de las calles – modelo Superilla

Una de las estrategias más destacadas que Barcelona ha adoptado es el modelo Superilla o Supermanzana. Este concepto persigue el objetivo de que los transeúntes recuperen una parte del espacio que actualmente ocupan los vehículos privados. A través de la peatonalización de varias manzanas de la ciudad, se han creado espacios más amplios, verdes y seguros para los peatones. Las calles se han transformado en zonas de convivencia, con prioridad para los peatones y medios de transporte no motorizados. Este enfoque ha fomentado la interacción social y ha mejorado la calidad de vida de los residentes al reducir la contaminación acústica y atmosférica.

Adaptación de los espacios urbanos

La ciudad destaca por su habilidad para adaptar sus espacios urbanos a las necesidades cambiantes de la sociedad. Un claro ejemplo es la renovación de antiguas fábricas y almacenes en modernos espacios culturales y residenciales. Estos espacios renovados han dado lugar a nuevas zonas urbanas con una gran oferta cultural y de ocio, atrayendo a residentes y turistas por igual.

A raíz de la pandemia ha cambiado drásticamente la concepción que teníamos de nuestras calles. Después de los casi tres meses de confinamiento domiciliario, las calles dejaron de ser un espacio prioritario para los vehículos para dar paso a las personas. Hacer deporte al aire libre o simplemente reencontrarse con familiares o amigos para pasear o hacer picnics fue el inicio de la llamada nueva normalidad. Esto provocó un cambio de uso de los espacios públicos que nos demostró que la transformación de grandes ciudades como Barcelona es necesaria y beneficiosa no solo para los ciudadanos sino también para el medioambiente.

Planificación urbana para luchar contra el cambio climático

La lucha contra el cambio climático ha sido una prioridad en la planificación urbana de Barcelona. La ciudad ha implementado medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, fomentar la eficiencia energética y promover el uso de energías renovables. Además, de las Supermanzanas, se han creado numerosas áreas verdes y se ha aumentado la presencia de árboles en las calles para mejorar la calidad del aire y combatir el efecto isla de calor.

Fachadas verdes y huertos urbanos

Otra iniciativa de urbanismo que destaca cada vez en más ciudades es la incorporación de fachadas verdes y huertos urbanos en las azoteas de los edificios. Estos espacios verdes no solo embellecen la ciudad, sino que también proporcionan beneficios ambientales al mejorar la calidad del aire, reducir la temperatura y promover la biodiversidad. Además, los huertos urbanos permiten a los residentes cultivar sus propias frutas y verduras, fomentando un estilo de vida más sostenible y saludable.

El futuro de la movilidad

Si hablamos de reinventarse en materia de urbanismo debemos mencionar el futuro de la movilidad urbana.

En los últimos años Barcelona ha facilitado la accesibilidad a las distintas formas de transporte público ampliando las infraestructuras con nuevas líneas de autobús, tranvía y algunas de las líneas de metro existentes. También ha incentivado el uso de la bicicleta como medio de transporte alternativo, creando extensas redes de carriles bici y sistemas de bicicletas compartidas. Además, se han implementado soluciones de movilidad inteligente, como la integración de aplicaciones móviles para el transporte público y la promoción de la movilidad eléctrica.

Otro aspecto fundamental que ha colaborado en este hecho ha sido las bonificaciones en los títulos de uso frecuente del transporte público y la ampliación de la edad de uso de la T-Jove que permite que cada vez más ciudadanos opten por otras formas de moverse por la ciudad a parte del vehículo privado. Estas medidas están contribuyendo a reducir la congestión del tráfico y mejorar la calidad del aire en la ciudad.

Estas transformaciones no solo benefician a los residentes de Barcelona, sino que también atraen la atención de inversores y compradores interesados en una ciudad con una visión a largo plazo y un enfoque hacia la sostenibilidad. La apuesta por un plan urbanístico más humano, verde y eficiente crea un entorno propicio para el desarrollo de proyectos inmobiliarios innovadores.