La rehabilitación de inmuebles es una de las principales actividades que desarrollamos en Renta Corporación.
Contamos con más de 30 años dedicados a la compra, transformación y venta de edificios. En este tiempo hemos desarrollado un modelo de negocio basado en la creación de valor en cada una de las operaciones que llevamos a cabo. El principal objetivo que perseguimos con la rehabilitación de edificios es transformar los activos que han quedado obsoletos para adaptarlos a las nuevas necesidades del mercado.
En España, el parque de edificios está muy envejecido y es responsable de más de una tercera parte de las emisiones de dióxido de carbono. A través de la transformación jurídica y técnica, la rehabilitación física y gestión arrendaticia conseguimos generar un valor añadido tanto para el inmueble, como para los inquilinos.
¿Cómo genera valor la rehabilitación de inmuebles?
La rehabilitación de inmuebles se posiciona como una alternativa a las viviendas de obra nueva. Sobre todo en un momento marcado por la falta de suelo, la lentitud en los trámites administrativos y el aumento del precio de los materiales de construcción.
Transformar una vivienda habitual, que normalmente es donde pasamos más tiempo, es una forma de mejorar la calidad de vida, tanto en aspectos relacionados con la salud y el bienestar como con la seguridad o habitabilidad. La rehabilitación de inmuebles es también una gran oportunidad para mejorar su eficiencia energética y fomentar la utilización de energías limpias.
La Sociedad de Tasación ha desarrollado un modelo para calcular el incremento de valor de un inmueble después de su rehabilitación. De media, una vivienda de más de 50 años incrementaría su valor un 25% tras ser rehabilitada, aunque se calcula que el valor del activo puede incrementar entre un 20% y un 45%. Por eso, la rehabilitación de inmuebles es también una inversión para vender en un futuro.
Los 5 factores que incrementan el valor de la vivienda tras su rehabilitación
Calidad de la edificación
La rehabilitación de un edificio se lleva a cabo para mejorar su calidad. Ya sea en cuanto a habitabilidad, seguridad estructural y constructiva, instalaciones, accesibilidad eficiencia energética, ventilación e iluminación… entre otros muchos factores.
Inspección Técnica de Edificios
En relación con lo anterior, la mayoría de los edificios se rehabilitan para conseguir la ITE (Inspección Técnica de Edificios). Es un tipo de mantenimiento que revisa una serie de elementos que afectan a la seguridad del inmueble y de las personas que lo habitan. En el caso de que el informe emitido por el técnico no sea favorable, será necesario llevar a cabo las transformaciones necesarias.
La utilización de materiales sostenibles de primera calidad
A raíz de la pandemia, las viviendas sostenibles se han convertido en una alternativa a las viviendas de construcción convencional por su contribución a la eficiencia energética y al cuidado del medioambiente. Actualmente, los activos que utilizan materiales sostenibles y siguen los estándares de sostenibilidad, bienestar, salud y tecnología en los procesos de construcción están mejor valorados.
Certificación energética
Las viviendas que cuentan con certificaciones energéticas o de sostenibilidad y con medidas de ahorro energético aumentan su valor. Existen varios tipos de certificados sostenibles, como el BREEAM, que mide el grado de sostenibilidad ambiental del edificio. Por otro lado, el LEED que mide el uso eficiente de la energía y del agua, la correcta utilización de materiales, el manejo de desechos en la construcción y la calidad del ambiente interior en los espacios habitables. También existe la certificación VERDE del Green Building Council España que garantiza que es una edificación sostenible y la certificación energética AA, que constata su bajo consumo energético.
Sistemas de innovación tecnológica
La aplicación de sensores y monitores en el edificio permite tener un registro exhaustivo de las instalaciones, dándonos acceso a cualquier punto. Por otra parte, la centralización de las instalaciones facilita la economización de recursos, a través del control constante de aspectos como el nivel de consumo energético y la calidad del aire.